martes, 18 de septiembre de 2012

CODIGO DE ETICA DE LA IFLA PARA BIBLIOTECARIOS

Traducido al español desde Biblioasturias.com
Los bibliotecarios de todo el mundo somos muy conscientes de las implicaciones éticas de nuestra profesión y por ello las distintas asociaciones han venido desarrollando códigos de ética nacionales en más de 60 países, pero carecíamos de un código deontológico consensuado a nivel internacional. Otras profesiones relacionadas con la nuestra, como archivistas y profesionales de museos ya disponían de sus códigos internacionales de ética, elaborados por la ACI (Consejo Internacional de Archivos) y el ICOM (Consejo Internacional de Museos), pero hasta ahora la IFLA y los bibliotecarios no contaban con un documento similar.
A lo largo de 2011 y en estos primeros meses de 2012, un grupo de trabajo ha redactado y realizado amplias consultas sobre un proyecto de código internacional de ética para bibliotecarios. Cientos de miembros de la IFLA han recibido su borrador y han aportado correcciones, elaborando una versión final para su aprobación por parte de la Junta de Gobierno de la IFLA, realizada finalmente en agosto de 2012.
Les ofrecemos a continuación una traducción de ese Código de Ética de la IFLA para bibliotecarios y otros trabajadores de Información, realizada desde biblioasturias.com, a la espera de la realización de su versión oficial en español:

 PREÁMBULO
El presente Código de Ética y Conducta Profesional se ofrece como una serie de proposiciones éticas para orientar a los bibliotecarios individuales, así como otros trabajadores de la información, y para la consideración de las Asociaciones de Bibliotecarios y otros profesionales de la Información a la hora de crear o revisar sus propios códigos.
Las funciones de este código de ética pueden describirse como:
• promover la reflexión sobre los principios con los que los bibliotecarios y otros trabajadores de la información pueden establecer políticas y afrontar dilemas
• la mejora de la auto-conciencia profesional
• proporcionar transparencia a los usuarios y la sociedad en general.
Este código no pretende sustituir a los códigos existentes, o eliminar la obligación de los colegios profesionales a desarrollar sus propios códigos a través de un proceso de investigación, consulta y redacción cooperativa. No se espera ni es preceptivo el pleno cumplimiento del mismo.
Este código de ética se basa en las cláusulas de los principios fundamentales descritos en este preámbulo para proporcionar un conjunto de sugerencias de conducta para los profesionales. IFLA reconoce que, si bien estos principios fundamentales deben permanecer en el centro de dicho código, sus detalles podrán variar en función de la sociedad a la que sirvan, de la comunidad real o comunidad virtual. Realizar este código es una función esencial de cada asociación profesional, al igual que la reflexión ética es una necesidad para todos los profesionales. La IFLA recomienda el Código de Ética para la IFLA a todas sus asociaciones e instituciones miembros así como a los bibliotecarios y trabajadores individuales de la información.
IFLA se compromete a revisar este código cuando sea apropiado.

1. ACCESO A LA INFORMACIÓN
La misión principal de los bibliotecarios y otros trabajadores de la información es garantizar el acceso a la información para todos los posibles usuarios, para el desarrollo personal, la educación, el enriquecimiento cultural, el ocio, la actividad económica y la participación informada, así como para la mejora de la democracia.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben evitar la negación y la restricción del acceso a la información y las ideas, particularmente cuando se realiza a través de la censura ya sea por los estados, gobiernos o instituciones de la sociedad religiosa o civil.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información que ofrecen servicios al público deben hacer todo lo posible para ofrecer el acceso a sus colecciones y servicios libres de costo para el usuario. Si las cuotas de afiliación y las cargas administrativas son inevitables, estos deben ser las más bajas posible, tratando de encontrar soluciones prácticas para que las personas socialmente desfavorecidas no queden excluidas.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben promover y difundir sus colecciones y servicios para que los usuarios y usuarios potenciales sean conscientes de su existencia y disponibilidad.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben utilizar los medios más eficaces para hacer que el material sea accesible a todos. A tal efecto, deben tratar de garantizar que los sitios web de las bibliotecas y otras instituciones de información cumplan con las normas internacionales de accesibilidad y que el acceso a los mismos no esté sujeto a barreras.

2. RESPONSABILIDADES HACIA LAS PERSONAS Y LA SOCIEDAD
Con el fin de promover la inclusión y erradicación de la discriminación, los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben asegurar que no sea negado el derecho de acceso a la información y que los servicios ofrecidos sean equitativos para todo el mundo independientemente de su edad, nacionalidad, ideología política o capacidad física o mental, patrimonio, identidad de género, educación, ingresos, inmigración y búsqueda de asilo político, estado civil, origen, raza, religión u orientación sexual.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben respetar a las minorías lingüísticas de un país y su derecho a acceder a la información en su propio idioma.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben organizar y presentar el contenido de una manera que permita a un usuario autónomo poder encontrar la información que pueda necesitar. Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben ofrecer su ayuda y apoyo a los usuarios en su búsqueda de información.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben ofrecer servicios para aumentar las habilidades de lectura. Deben promover la alfabetización informacional incluyendo la capacidad de identificar, localizar, evaluar, organizar y crear, utilizar y comunicar información. Y promover el uso ético de la información contribuyendo así a eliminar el plagio y otras formas de mal uso de la misma.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben respetar la protección de los menores, garantizando a su vez que ello no tenga ningún impacto sobre los derechos de información de los adultos.

3. PRIVACIDAD, CONFIDENCIALIDAD Y TRANSPARENCIA
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben respetar la privacidad personal y la protección de aquellos datos personales que por necesidad sean compartidos entre los individuos y las instituciones.
La relación entre la biblioteca y el usuario se basa en la absoluta confidencialidad y los bibliotecarios y otros trabajadores de la información tomarán las medidas apropiadas para garantizar que los datos de los usuarios no se compartan más allá de la transacción original.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben apoyar y participar de la transparencia a fin de que el funcionamiento del gobierno, la administración y las finanzas queden abiertos al escrutinio de la opinión pública. También reconocen que están expuestas a la exención de esa confidencialidad aquellos casos de interés público que por mala conducta, corrupción o crimen, sean requeridos por la autoridad judicial.

4. ACCESO ABIERTO Y PROPIEDAD INTELECTUAL
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben proporcionar a los usuarios el mejor acceso posible a la información e ideas por cualquier medio o formato. Esto incluye el apoyo a los principios del acceso abierto (open access), código abierto y licencias abiertas.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información tienen por objeto proporcionar a los usuarios un acceso justo, rápido, económico y eficaz a la información.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información tienen el deber profesional de abogar por mantener en sus bibliotecas las excepciones y limitaciones derivadas de las restricciones por copyright y derechos de autor.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información son copartícipes de los autores, editores y otros creadores de obras protegidas por copyright. Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información reconocen el derecho de la propiedad intelectual de los autores y otros creadores y tratarán de asegurar que sus derechos sean respetados.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben negociar las condiciones más favorables para el acceso a las obras en nombre de sus usuarios y tratar de garantizar que el acceso no se vea impedido o dificultado por la forma de administración de las leyes de propiedad intelectual y que las licencias no anulen las excepciones que para las bibliotecas figuran en la legislación nacional. Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben alentar a los gobiernos a establecer un régimen de propiedad intelectual que respete adecuadamente el equilibrio entre los intereses de los titulares de derechos y las personas e instituciones que los difunden, como las bibliotecas.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información también abogan por la limitación en el tiempo de los plazos del copyright y que la información que haya pasado a ser dominio público siga siendo pública y gratuita.

5. NEUTRALIDAD, INTEGRIDAD PERSONAL Y PROFESIONAL
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información están estrictamente comprometidos a mantener neutralidad y una postura imparcial respecto a la recopilación de la información, su acceso y servicio. Esa neutralidad ha de reflejarse y tener como resultado el mejor equilibrio posible en la colección ofrecida y en el acceso a la misma.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben definir y publicar sus políticas de selección, organización, conservación, provisión y difusión de información.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben distinguir entre sus convicciones personales y las obligaciones profesionales. Los intereses privados o creencias personales deben quedar relegados a expensas de la neutralidad.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información tienen el derecho a la libertad de expresión en el lugar de trabajo, siempre que no vulnere el principio de neutralidad hacia los usuarios.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben luchar contra la corrupción que afecta directamente a la biblioteconomía, como en el abastecimiento y suministro de materiales para la biblioteca, los nombramientos para puestos en la misma y la administración de sus contratos y finanzas.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben esforzarse por mantener la excelencia en su profesión, manteniendo y mejorando sus conocimientos y habilidades. Deben intentar alcanzar los más altos estándares de calidad de servicio y con ello promover la buena reputación de la profesión.

6. RELACIONES CON LOS EMPLEADOS
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben tratarse con justicia y respeto.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben oponerse a la discriminación en cualquier aspecto del empleo por razones de edad, nacionalidad, ideología política o capacidad física o mental, género, estado civil, origen, raza, religión u orientación sexual.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben promover la igualdad en el pago y beneficios para hombres y mujeres que ocupan puestos similares.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben compartir sus experiencias profesionales con sus colegas y ayudar y orientar a los nuevos profesionales a participar en la comunidad profesional y desarrollar sus habilidades. Deben contribuir a las actividades de su asociación profesional y participar en investigaciones y publicaciones sobre las distintas cuestiones profesionales.
Los bibliotecarios y otros trabajadores de la información deben esforzarse por ganar una reputación y estatus partiendo de la profesionalidad y el comportamiento ético. No deben competir con los colegas usando métodos desleales.

Preparado por Loida García-Febo, Hustad Anne, Hermann Rösch, Paul Sturges y Amelie Vallotton (FAIFE grupo de trabajo) Aprobado por la Junta de Gobierno de IFLA, agosto 2012.
 
Traducido por Jesús Fernández Álvarez (Bibliotecario. Dtor. y coordinador de la revista www.biblioasturias.com)
 
Pueden acceder al texto original del Código de ética desde estos enlaces:
Versión completa:
 http://www.ifla.org/files/faife/publications/IFLA%20Code%20of%20Ethics%20-%20Long_0.pdf
 
Versión reducida:
 http://www.ifla.org/files/faife/news/IFLA%20Code%20of%20Ethics%20-%20Short.pdf
 

domingo, 9 de septiembre de 2012

10 sitios donde te puedes encontrar con una biblioteca y que no esperabas

  1. f. Institución cuya finalidad consiste en la adquisición, conservación, estudio y exposición de libros y documentos.
  2. f. Local donde se tiene considerable número de libros ordenados para la lectura.
Estas definiciones darían para un largo debate al hablar de biblioteca como un lugar donde solo se custodian libros ordenados para su lectura dejando a un lado al significado social para las personas y el servicio que prestan a estas. En este post vamos a darle importancia al lugar, la ubicación donde algunas bibliotecas han decidido (o podido) instalarse para dar servicio a la sociedad y que salen del recinto asignado habitualmente dentro de universidades, centros culturales o, en el mejor de los casos, edificios para ellas solas construidos desde cero.
  •   Supermercado reconvertido en biblioteca
Ya nos lo contó hace unas semanas LecturaLab en el post: ¿Es posible convertir un hipermercado en una biblioteca pública? Como vemos la respuesta a esta pregunta es afirmativa. Dicha biblioteca se ubica en la ciudad de McAllen (Texas) y es fruto de la transformación de un viejo supermercado de la cadena Wal-Mart, cuyo proyecto fue ganador del premio estadounidense al mejor diseño interior de bibliotecas.
Library Wal-Mart
  •    Antigua lavandería como anexo a la biblioteca
En el pueblo de Woodstock (Nueva York) se reconvirtió la antigua lavandería en un local anexo a la biblioteca. En dichas instalaciones se ubicarán distintos equipos informáticos y que a su vez servirán para enseñar a los usuarios de la biblioteca en su uso. En honor a la expansión de la biblioteca el día 11 de julio fue proclamado el “Día de la biblioteca” en el pueblo.
  •    Avión transformado en biblioteca escolar
En una pequeña comunidad campesina de Cusco (Perú) habilitaron el interior de un avión siniestrado hace años en mitad de los terrenos de la comunidad, debido a un aterrizaje de emergencia. Dicho avión se encontraba en abandono y no tuvieron mejor (y genial) idea que restaurarlo y habilitar dentro del avión una sala de lectura de la biblioteca escolar dando cobertura a unos 800 menores en edad escolar.
Biblioavión
  •    El biblioburro colombiano
Hace ya algún tiempo que María Juanas nos contaba en BiblogTecarios la iniciativa del biblioburro surgida a finales de los 90 en la pequeña comarca colombiana de La Gloria a manos del profesor de primara Luís Humberto Soriano.
  •    Biblioteca en el interior de centro comercial
Me parece una de las mejores ideas. Los centros comerciales necesitan bibliotecas. Son varias las personas que acuden a los centros comerciales como acompañantes de compras y lo único que hacen es dar vueltas hasta que termina el día (o la mañana).¡Qué mejor que tener una biblioteca a la que poder acudir en el propio recinto! Juan Rodríguez nos cuenta en la página web dolcecity.com como se encontró en Dublín con una biblioteca en pleno centro comercial. Nada más y nada menos que la Central Library de Dublín.
  •   Biblioteca flotante: el bibliobarco
El Doulos era un bibliobarco cuyo lema era: “Good Books for All” y que puso fin en 2009 a su actividad por los mares al entrar en vigor una nueva ley marítima que prohibía a los buques marítimos navegar con materiales combustibles. Dicho bibliobarco surcó los mares desde 1978 llegando a más de 106 países y recibiendo más de 21 millones de visitantes en dicho tiempo.
Bibliobarco
  •    El hotel biblioteca
Por si vas a Nueva York y no te apetece desconectar por completo del mundo bibliotecario es recomendable que te hospedes en el hotel de lujo “Library Hotel” ubicado en Manhattan.
La temática del Hotel Library está inspirada en el sistema decimal de Dewey. Cada uno de los 10 pisos con habitaciones para invitados honran a una de las 10 categorías del Sistema Decimal de Dewey y cada una de las 60 habitaciones presenta una decoración única con una colección de libros y arte en torno a un tema distintivo dentro de la categoría a la que pertenece. Se invita a los huéspedes a que se relajen de sus aventuras urbanas disfrutando de la silenciosa lectura de más de 6.000 títulos.
  •    Un camión tuneado en biblioteca
El A47 (Biblioteca Móvil) es un camión transformado en biblioteca y que da servicio en la ciudad de México. Dicha biblioteca tiene capacidad para 1500 libros y está dispuesta como una plataforma abierta que permite la realización de actividades y configuraciones para presentaciones, lecturas y talleres.
A47
  •    Las máquinas expendedoras de libros
Parece que dicha iniciativa puede ser una apuesta por el futuro y el ahorro de tiempo para aquellas personas que lo único que buscan en una biblioteca es un libro. Dichas máquinas las podemos encontrar en Madrid (gratuitas) y en Pekín donde los libros ni se compran ni se prestan a través de esta maquina… ¡se alquilan!
Máquina expendedora de libros
  •    La ciudad convertida en biblioteca
La ciudad de Klagenfurt (Austria) a pesar de contar con casi 100.000 habitantes no disponía de ninguna biblioteca pública así que decidieron convertir la propia ciudad en una biblioteca a través de la colocación de códigos QR. Mediante dichos códigos se pueden descargar las obras literarias de forma gratuita a través de un dispositivo móvil. Para los que queráis conocer más sobre este proyecto os dejo su páquina web: Project Ingeborg.
Biblioteca QR
Estás son algunas de las bibliotecas (proyectos de biblioteca o primos hermanos de bibliotecas) que más me han llamado la atención como para incluir en este listado… aunque estoy seguro que existen muchísimos más proyectos y que vosotros conocéis. Recordad que podéis ampliar este listado a través de los comentarios o dejar vuestras impresiones sobre el post… ;) 

Libros a la deriva (perdidos en la Biblioteca Británica)


Publicado por Téxil

H ace un par de semanas encontré tirado en una esquina un libro con obras de teatro de Wilde; contenía dos dramas: “El abanico de Lady Windermere” y “La importancia de llamarse Ernesto“.
Cada vez que me encuentro objetos en esas circunstancias experimento sensaciones particulares. En primer lugar, me cuesta muchísimo entender que la gente se desenvuelva tan fácilmente de sus cosas; en segundo, me entristece pensar en el abandono que ellas deben sufrir; y por último, me viene una ambición de conocer sus historias, de hurgar en su pasado, en su vida… Comienzo a maquinar toda clase de tonterías e incluso veo rostros que jamás conocí con ese objeto en la mano.
Encontrar o acercarse a un objeto perdido es algo fantástico, es adentrarse a una realidad paralela dentro de la propia realidad. En este artículo plantearé ciertas cuestiones relacionadas con este tema, abordadas a partir de la desaparición de libros muy valiosos en la Biblioteca Británica.
Libros perdidos
La primera vez que me ocurrió tendría unos 10 años. Se trataba de un libro que se titulaba “Ven al circo” y lo había recogido una de mis hermanas mayores de la calle; el mismo se encontraba junto a un contenedor de basura. Al pobrecito le faltaba la tapa posterior y estaba bastante estropeado, sin embargo enseguida se convirtió en una de mis obras favoritas. Aún lo recuerdo con mucho aprecio; posiblemente, por la tristeza que me producía su vejación y por admirar su fortaleza que le había permitido mantenerse casi inalterado.
Los libros tienen eso. Se adueñan de tus recuerdos y tus sensaciones y hacen que los necesites con una fiebre que no puedes explicar, convirtiéndose muchas veces en hitos de tu vida. Eres capaz de recordar determinada situación de tu existencia por tal o cual lectura que en ese momento te atravesó.
Obras a la deriva en la Biblioteca Británica
¿Se imaginan cuantos libros perdidos habrá en las Bibliotecas Nacionales de las ciudades más importantes? ¡Verdaderas reliquias sin un paradero fijo que aguardan quién sabe qué fusión de magia que las devuelva a la vida!
En la Biblioteca Británica hay más de 9.000 libros perdidos; si bien no se encuentran en un contenedor o al pie de una esquina, están deambulado por las instalaciones sin rumbo fijo, refugiándose en pequeños huecos que hay en las estanterías.
Lo mas llamativo es saber que no se trata de obras imprecisas o de poco valor. Una de ellas es una edición ilustrada de “Alicia en el País de las Maravillas” publicada en 1876 y otra una impresión de lujo del “Mein Kampf” de Adolf Hitler del año 1939. Además, hay un libro del Siglo XVI, como “De la Usuria Legal e Ilegal de los Cristianos“, escrito por el teólogo Wolfgang Musculus y que se encuentra valorado en 21.000 euros.
También hay una edición de “El retrato de Dorian Grey” de Oscar Wilde que también se echa en falta; la misma se encuentra valorada en 1.400 euros e ingresó a la Biblioteca en 1961.
Según lo ha expresado Jennifer Perkins, responsable de la documentación de la Biblioteca, se supone que los libros faltantes se encuentran deambulando en los más de 650 km de anaqueles con contenido de la institución.
Se presume que las pérdidas tuvieron lugar cuando la Biblioteca se mudó de sede, desde el Museo Británico en Great Russell Street, hasta su actual ubicación en St.Pancras. Dicha mudanza tuvo lugar en 1998 y entre los textos extraviados se encuentran libros que datan de los siglos XIX y XX.
Como dato curioso cabe mencionar que muchas de las obras desaparecidas pertenecen al autor Charles Dickens y son primeras ediciones. Además hay una obra que se echa en falta y es una verdadera pena; se trata de un libro publicado en 1555 por el filósofo sefardí Maimónides, que se llama “Carta de Astrología“.
Pérdida en Perú
Lamentablemente, la literatura y las bibliotecas como instituciones no se escapan de las mafias y los negocios sucios, ni tampoco de la desorganización. Por ejemplo, el año pasado en Perú, la Biblioteca Nacional tuvo que cerrar sus puertas debido a que estaban desapareciendo los volúmenes más valiosos del establecimiento.
Su director, el historiador Ramón Mujica, en un intento de poner cierto orden, expresó:

Agregó que incluso él como investigador buscó libros que había utilizado como consulta hacía algunos años y descubrió que habían desaparecido.
Algunos de los títulos perdidos de esta Biblioteca fueron documentos valiosísimos que había donado a la organización Raúl Porras Barrenechea y un incunable de Erasmo de Rotterdam, que fue publicado en París en 1524.
Los libros, esos objetos-seres
Seas cuales sean las razones, es bastante desconcertante que en estas instituciones no exista un rigor exagerado sobre ciertas obras. Es cierto que en la mayoría de estos lugares la pérdida o robo de libros es un hecho casi cotidiano, sin embargo ¿no debería existir un resguardo mayor para ciertos objetos irrecuperables?
Pero el final no es desesperanzador. Los objetos no se pierden, cambian de lugar… y en alguna parte persisten.
No sabemos dónde, pero respiran; permanecen vivos en algún escondrijo y, posiblemente, en algún momento alguien los encontrará y será para ellos como resucitar. Como lo hizo aquel libro que me regaló mi hermana de pequeña y ése que encontré en la calle hace unas semanas. Como resucitan a diario cientos y cientos de libros, a lo largo de todo el globo.
Para cerrar con este tema de libros a la deriva, les dejo un cortometraje alucinante sobre estos objetos que nos fascinan y que hacen posible nuestra existencia de una forma indescriptible. Espero que les guste tanto como a mí ;-)




Poemas del Alma