martes, 9 de febrero de 2010

El poder de una bibliotecaria ...




Por Michael Moore


Es curioso lo que puede hacer una sola persona junto con un grupo de amigos unidos por una causa justa. Compré el libro de Michael Moore tras haberme leído el adelanto que habí­a hecho el Diario El Mundo y habérselo enviado a unos colegas, y mientras me leí­a el prefacio en espera de acabar otro libro que tení­a pendiente, no pude salir de mi asombro, era increí­ble.
El libro de Michael Moore, Estúpidos hombres blancos, director del documental Bowling for Columbine; salió de imprenta el 10 de septiembre de 2001 y esperaba ser distribuido el día siguiente. No es un libro que trate con diligencia a George W. Bush, al ex presidente de los Estados Unidos, ni siquiera a los propios estadounidenses; por lo que su distribución fue retrasada desde el 11 de septiembre hasta una fecha indefinida que se fue retrasando mientras se desarrollaban los acontecimientos que todos conocemos. La desesperación de su autor ante la censura que estaba realizando la editorial al negarse a distribuir los 50.000 ejemplares impresos por diversas razones que adujeron y que todos podemos imaginar le lleva a leer dos capítulos de su libro en una reunión de un consejo de acción ciudadana en Nueva Jersey.
Entonces sucedió algo milagroso. Sin saberlo yo, entre el público al que me había dirigido el 1 de diciembre en Jersey se hallaba una mujer que después de escuchar mis penas, decidió hacer algo al respecto. Era una bibliotecaria de Englewood, Nueva Jersey, llamada Ann Sparanese. Aquella noche, se fue a casa y se conectó a Internet para escribir una carta a sus amigos bibliotecarios, que colgó en un par de páginas dedicadas a temas literarios progresistas, en las que les contaba lo que HarperCollins planeaba hacer. Me riñó (al más puro estilo de las bibliotecarias) por no hacer público mi caso, pues no tení­a derecho a callar en el creciente clima de censura que empezaba a respirarse en el país y que afectaba a todo el mundo.
Cabe recordar que la nueva ley antiterrorista USA Patriot Act prohibía a los bibliotecarios denegar a la policí­a información sobre quién está leyendo qué. ¡Incluso podí­an acabar en la cárcel si contactaban con un abogado! Pese a esta atmósfera opresiva, Ann Sparanese pidió a todo el mundo que escribiera a HarperCollins y exigiera que pusiera a la venta el libro de Michael Moore. Y eso es lo que cientos y luego miles de ciudadanos hicieron. Yo no tení­a la menor idea de que esto se estaba cociendo hasta que recibí una llamada de HarperCollins.
- ¿QUÉ LES DIJISTE A LOS BIBLIOTECARIOS? “ inquirió la voz al otro extremo de la lí­nea.
- ¿De qué hablas? “ le pregunté, desconcertado.
- Estuviste en Nueva Jersey y contaste todo a los bibliotecarios.
- No habí­a bibliotecarios en Nueva Jersey ¿Cómo sabes lo que dije?
- Está en Internet. Algún bibliotecario se ha empeñado en difundir la historia, ¡y ahora estamos recibiendo un montón de correo hostil por parte de los bibliotecarios!
Vaya, me dije. Los bibliotecarios son, sin duda, un grupo terrorista con el que uno no querrí­a enzarzarse.
- Lo siento dije, apocado-. Pero te juro que comprobé que no hubiera prensa en la sala.
- Pues ahora ha salido a la luz, y no hago más que recibir llamadas del Publisher Weekly.
Pocos días después, PW citó una supuesta declaración de mi editor en la que afirmaba que yo rescribirí­a el libro (más tarde, éste lo desmintió rotundamente) . Después de guardar silencio ante la prensa durante meses, esperando poder arreglar las cosas pací­ficamente, le conté a PW todo el viacrucis por el que habí­a pasado, así­ como que habí­a 50.000 copias de mi libro retenidas como rehenes en Scranton. Entonces, el periodista me habló de la bibliotecaria de Nueva Jersey que habí­a alborotado el avispero.
- No conozco a esa mujer dije-, pero sea quien sea me gustarí­a agradecérselo.
La semana siguiente, después de que me convocaran a un encuentro con el alto mando en HarperCollins en el que se me amenazó nuevamente con que mi libro «simplemente no puede salir al mercado con esa portada y ese tí­tulo»-, recibí­ una llamada de mi agente para comunicarme que el libro se pondría a la venta tal como estaba, sin un solo retoque. La editorial estaba mosqueada porque todo habí­a salido a la luz pública y ellos quedaban como censores (que es lo que eran). «¡Malditos bibliotecarios!» Dios los bendiga. No debería sorprender a nadie que los bibliotecarios fueran la vanguardia de la ofensiva. Mucha gente los ve como ratoncitos maniáticos obsesionados con imponer silencio a todo el mundo, pero en realidad lo hacen porque están concentrados tramando la revolución a la chita callando. Se les paga una mierda, se les recorta la jornada y sus subsidios y se pasan el día recomponiendo los viejos libros maltrechos que rellenan sus estantes. ¡Claro que fue una bibliotecaria la que acudió a mi ayuda! Fue una prueba más del revuelo que puede provocar una persona.
MOORE, Michael. Estúpidos hombres blancos.Barcelona: Ediciones B, 2003. Pág. 16-17.

viernes, 5 de febrero de 2010

MUY INTERESANTE, ver en: www.wdl.org

Les envío lo que se considera, sin duda, el archivo
CULTURAL más importante que se ha recibido!!! LA
NOTICIA DEL LANZAMIENTO EN INTERNET DE LA WDL.. ...
LA BIBLIOTECA DIGITAL MUNDIAL.

¡¡¡QUE REGALAZO DE LA UNESCO PARA LA HUMANIDAD ENTERA!!!!

Especialmente para LOS JÓVENES Ya está disponible en
Internet, a través del sitio www.wdl.org. Reúne mapas, textos,
fotos, grabaciones y películas de todos Los tiempos y
explica en siete idiomas Las joyas y reliquias
culturales de todas Las bibliotecas del planeta.
Tiene, sobre todo, carácter patrimonial", anticipó
ayer a LA NACION Abdelaziz Abid , coordinador del
proyecto impulsado por la Unesco y otras 32
instituciones. La BDM no ofrecerá documentos
corrientes , sino "con valor de patrimonio, que
permitirán apreciar y conocer mejor Las culturas del
mundo en idiomas diferentes: árabe, chino, inglés,
francés, ruso, español y portugués. Pero hay
documentos en línea en más de 50 idiomas". Entre Los
documentos más antiguos hay algunos códices
precolombinos, gracias a la contribución de México, y
Los primeros mapas de América, dibujados por Diego
Gutiérrez para el rey de España en 1562", explicó
Abid. Los tesoros incluyen el Hyakumanto darani , un
documento en japonés publicado en el año 764 y
considerado el primer texto impreso de la historia;
Un relato de Los aztecas que constituye la primera
mención del Niño Jesús en el Nuevo Mundo; trabajos de
científicos árabes desvelando el misterio del
álgebra; huesos utilizados como oráculos y estelas
Chinas; la Biblia de Gutenberg; antiguas fotos
latinoamericanas de la Biblioteca Nacional de Brasil
y la célebre Biblia del Diablo, del siglo XIII, de la
Biblioteca Nacional de Suecia.

Fácil de navegar
Cada joya de la cultura universal aparece acompañada
de una breve explicación de su contenido y su
significado. Los documentos fueron escaneados e
incorporados en su idioma original, pero Las
explicaciones aparecen en siete lenguas, entre ellas
EL ESPAÑOL La biblioteca comienza con unos 1200
documentos, pero ha sido pensada para recibir un
número ilimitado de textos, grabados, mapas,
fotografías e ilustraciones.

Cómo se accede al sitio global
Aunque será presentado oficialmente hoy en la sede de
la Unesco , en París, la Biblioteca Digital Mundial
ya está disponible en Internet, a través del sitio
www.wdl.org . El acceso es gratuito y Los usuarios
pueden ingresar directamente por la Web , sin
necesidad de registrarse Cuando uno have clic sobre
la dirección www.wdl.org , tiene la sensación de
tocar con Las manos la historia universal del
conocimiento. Permite al internauta orientar su
búsqueda por épocas, zonas geográficas, tipo de
documento e institución. El sistema propone Las
explicaciones en siete idiomas (árabe, chino, inglés,
francés, ruso, español y portugués). Los documentos,
por su parte, han sido escaneados en su lengua
original. De ese modo, es posible, por ejemplo,
estudiar en detalle el Evangelio de San Mateo
traducido en aleutiano por el misionero ruso Ioann
Veniamiov, en 1840. Con un simple clic, se pueden
pasar Las páginas de un libro, acercar o alejar Los
textos y moverlos en todos Los sentidos. La excelente
definición de Las imágenes permite una lectura cómoda
y minuciosa.

Entre Las joyas que contiene por el momento la BDM
está la Declaración de Independencia de Estados
Unidos, así como Las Constituciones de numerosos
países; un texto japonés del siglo XVI considerado la
primera impresión de la historia; el diario de un
estudioso veneciano que acompañó a Fernando de
Magallanes en su viaje alrededor del mundo; el
original de Las "Fabulas" de Lafontaine, el primer
libro publicado en Filipinas en español y tagalog, la
Biblia de Gutemberg, y unas pinturas rupestres
africanas que datan de 8.000 A .C

Dos regiones del mundo están particularmente bien
representadas: América Latina y Medio Oriente. Eso se
debe a la activa participación de la Biblioteca
Nacional de Brasil, la biblioteca Alejandrina de
Egipto y la Universidad Rey Abdulá de Arabia Saudita.

La estructura de la BDM fue calcada del proyecto de
digitalización la Biblioteca del Congreso de Estados
Unidos, que comenzó en 1991 y actualmente contiene 11
millones de documentos en línea. Sus responsables
afirman que la BDM está sobre todo destinada a
investigadores, maestros y alumnos. Pero la
importancia que reviste ese sitio va mucho más allá
de la incitación al estudio de Las nuevas
generaciones que viven en un mundo audiovisual. Este
proyecto tampoco es un simple compendio de historia
en línea: es la posibilidad de acceder, íntimamente y
sin límite de tiempo, al ejemplar invalorable,
inaccesible, único, que cada uno alguna vez soñó con
conocer.-